Un día en la nieve (Parte V)
[Londres, 2 de febrero de 2009]
Parte I Parte II Parte III Parte IV Parte V
Cogí las libretas y me fui rezando para que no me hubieran cerrado el metro con más ganas aún que a la ida, cuando lo quería cerrado. Antes de llegar a casa me caí una vez más, pero esta vez casi me llevo a una chica japonesa conmigo (estuvimos bailando durante una hora hasta que me caí), pero mi momento preferido fue "Twister en la nieve". Llegando ya a la estación de Kentish Town resbalé y las piernas se me empezaron a abrir cada una para un lado, así que antes de abrirme en dos frené con una mano en el suelo y luego la otra. Pero claro, todo el peso de la mochila de 15 kilos se me vino a la cabeza, que ya estaba a pocos centímetros del suelo. Aún no sé cómo recuperé el equilibrio porque ya me veía dando la voltereta completa. Creo que fue una mezcla entre fuerza bruta y el miedo a que me vieran mis alumnos. Y me acordé de mi hermano que me dijo una vez "Iba a la estación y se me rompió la correa de la maleta, así que tuve que ir en taxi, y pensé, bueno, si fuera M la hubiera cargado a la espalda y hubiera seguido adelante". Así que seguí adelante. No me había alegrado tanto de ver mi casa desde que vivía en Willesden y volví después del tornado.
Pues sí. Qué bonita que es la nieve.
[The End]
Parte I Parte II Parte III Parte IV Parte V
Cogí las libretas y me fui rezando para que no me hubieran cerrado el metro con más ganas aún que a la ida, cuando lo quería cerrado. Antes de llegar a casa me caí una vez más, pero esta vez casi me llevo a una chica japonesa conmigo (estuvimos bailando durante una hora hasta que me caí), pero mi momento preferido fue "Twister en la nieve". Llegando ya a la estación de Kentish Town resbalé y las piernas se me empezaron a abrir cada una para un lado, así que antes de abrirme en dos frené con una mano en el suelo y luego la otra. Pero claro, todo el peso de la mochila de 15 kilos se me vino a la cabeza, que ya estaba a pocos centímetros del suelo. Aún no sé cómo recuperé el equilibrio porque ya me veía dando la voltereta completa. Creo que fue una mezcla entre fuerza bruta y el miedo a que me vieran mis alumnos. Y me acordé de mi hermano que me dijo una vez "Iba a la estación y se me rompió la correa de la maleta, así que tuve que ir en taxi, y pensé, bueno, si fuera M la hubiera cargado a la espalda y hubiera seguido adelante". Así que seguí adelante. No me había alegrado tanto de ver mi casa desde que vivía en Willesden y volví después del tornado.
Pues sí. Qué bonita que es la nieve.
[The End]